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Cuando el aterrizador marciano Phoenix de la NASA descienda hacia la superficie del planeta rojo el próximo 25 de mayo a las 17:53,
pocos estarán siguiendo tan de cerca el descenso como los hombres y mujeres que han pasado varios años planeando, analizando y realizando pruebas para preparar el evento dramático y rompe-nervios llamado EDL, la Fase de Entrada y Descenso. Menos del 50 por ciento de todas las misiones aterrizadoras previas han llegado con éxito a la superficie.
Como todas las misiones, Phoenix fue motivado por la potencial recompensa científica. Con su brazo robótico, Phoenix será la primera misión que alcanzará y tocará el agua marciana en forma de hielo de la región polar norte de Marte. La misión estudiará la historia del agua en el hielo, seguirá el clima de la región polar e investigará si el ambiente del subsuelo en la lejanas llanuras del norte de Marte ha sido alguna vez favorable para sostener la vida microbiana.
pocos estarán siguiendo tan de cerca el descenso como los hombres y mujeres que han pasado varios años planeando, analizando y realizando pruebas para preparar el evento dramático y rompe-nervios llamado EDL, la Fase de Entrada y Descenso. Menos del 50 por ciento de todas las misiones aterrizadoras previas han llegado con éxito a la superficie.
Como todas las misiones, Phoenix fue motivado por la potencial recompensa científica. Con su brazo robótico, Phoenix será la primera misión que alcanzará y tocará el agua marciana en forma de hielo de la región polar norte de Marte. La misión estudiará la historia del agua en el hielo, seguirá el clima de la región polar e investigará si el ambiente del subsuelo en la lejanas llanuras del norte de Marte ha sido alguna vez favorable para sostener la vida microbiana.
